El pasado 22 de junio, la Administración Marítima de los Estados Unidos presentó un reporte acerca de una incidencia en el Mar Negro. Un buque ruso atracado en puerto reportó que su GPS los situaba en un lugar equivocado, concretamente a más de 32 kilómetros tierra adentro.
Al percatarse de esto, se pusieron en contacto con otros barcos cercanos y la sorpresa fue que sus señales AIS, que se usan para identificar de forma automática los buques, colocaban a todos dentro del mismo aeropuerto. Se podría decir que se trata de uno de los principales casos documentado de ‘GPS spoofing’, es decir, falsificación de señales GPS.
Para este tipo de ataques, los receptores GPS están equipados con una alarma que avisa cuando perdieron la señal, es decir, es sencillo detectar cuando alguien está tratando de bloquear la señal GPS, mientras que el spoofing hace que el receptor mienta, y para éste último no hay alarmas o formas de saber qué está ocurriendo, de ahí la preocupación acerca de esta tipo de ataque.
Vía: Xataka