En la ‘deep web’ – internet fuera de foco al que no se puede acceder desde los navegadores clásicos- existe un mercado que vende todo tipo de cuentas robadas. En un principio, sólo interesaba apropiarse de datos bancarios o de PayPal, pero ahora se ofrecen todo tipo de cuentas: Twitter, Gmail, Yahoo, Netflix, Uber… Hoy en día, cualquier cuenta que dé dinero u ofrezca un servicio pagado por un tercero se convierte en un objetivo.
Las técnicas más utilizadas entre estos cibercriminales son el ‘phising’ y el ‘keylogger’ . Una vez robados los datos, el siguiente paso consiste en venderlos en la ‘deep web’.
Fuente: El Confidencial